Sin duda 2016 ha sido un año de inflexión, no solo en el blog, sino en mi vida. Estoy escribiendo esto el día 30 de diciembre, y me parece increíble ver que ya se está acabando. Durante este año han pasado mil cosas, y todo es una locura, pero a ver, empecemos por el inicio.
El año empezó normal, acabando segundo de bachillerato y decidiendo que hacía con mi vida, sin darme cuenta estaba acabando el curso, preparándome para la graduación y estudiando para selectividad... Y bueno, ya sabéis, muchos lo habréis vivido.
Al acabar todo esto empecé a hacer las maletas porque mi cumpleaños estaba a la vuelta a la esquina y mis vacaciones llegaban. Cumplí los 18 y me pasé el verano de un lado para el otro.
Septiembre llegó con fuerza. Empecé la universidad, Grado combinado en estudios de inglés y español, empecé a trabajar y a dar clases. Como imagináis no tengo apenas tiempo para nada, y pese a que el blog siempre ha sido una parte importante de mi, lo he ido dejando, pero como veis me sigo acordando de él y no tengo pensado dejarlo pese a estar tan alejada e inestable.
No puedo prometer una constancia exacta en el blog, quiero intentarlo, proponerlo como rutina para no abandonarlo y no perder algo que es realmente tanto para mi.
A pesar de todo, hoy me he sorprendido muchísimo ver que conseguí mi reto en goodreads, lo que quiere decir que he estado por aquí, solo que no de una manera fija. Tengo todavía dos o tres reseñas pendientes, y mil ideas para llevar a cabo, y poco a poco las haré, lo que no sé es cuando.
Esto ha sido solo una despedida, tengo pensado subir un texto pronto, hablando de lo que ha sido 2016 para mi porque de verdad que sin duda ha marcado un antes y un después en todos los sentidos. Pero si no lo subo antes...
¡Feliz año nuevo para todos!